Erróneo
Soñé
Alguna vez en un pueblo desolado, en la noche de un verano cualquiera olvidé recordando, olvidé... ¿Qué olvidé?
Olvidé lo anhelado con Tartini. Olvidé el dulce sentimiento que alguna vez pareció eterno. Mientras la calle caía de golpe en un silencio abismal y el bosque desaparecía ante mí. Todos aclamaban, todos menos yo. ¿La razón? No la sé (la he perdido, si alguna vez la conoces, dámela que con ella se llevó mi cordura).
Y las calles humeantes enfriaban más que nunca. Hice algún baile que no podré recordar: mis brazos como débiles tallos, crecían de una forma insólita y singular. Como si la misma Dafne se transfigurara... En ese momento lo que fue bosque ahora brillante ciudad, pero cada casa era igual, blanco ladrillo, blanco tejado, blanco suelo, blanca silla y blanco hogar.
El halo de luz llegaba a mí y de repente me encontraba llorando, saborie lo duradero, lo inmutable, lo etéreo. En un éxtasis que duró la eternidad, ¿Qué fue? No lo sé, ya se fue...
Y en medio de mi llanto la algarabía se transformaba en alaridos, cómo si las bestias del abismo salieran a jugar.
Y yo temerosa volví a dormir...
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¡Se sale de mi normatura! E realmente he olvidado lo inexacto, solo pude escribir un poco sobre una hoja vieja, he salvado lo que pude(o supuse que decía) realmente arrepentida de ello.
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